domingo, 8 de diciembre de 2019

El regimen no es Maduro es el socialismo.


Esta semana el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, declaró que la política de su país no contempla el uso de la fuerza en Venezuela por el tipo de escenario que genera una intervención militar, muchos han interpretado estas declaraciones como el descarte de una intervención armada por parte de EEUU en Venezuela. Otros leen entre líneas algo muy distinto pero lo cierto es que el cese de la usurpación se ve cada vez mas lejos.
Si uno analiza las estrategias de la izquierda para tomar el poder, entiende que lejos de sustituir una opción por otra o apostar a una opción única ellos tienen todos los frentes abiertos. Es falso que el hombre del fusil de la década pasada (el guerrillero) haya sido sustituido por el hombre de la pluma (el intelectual) en el siglo presente, de ser así no habría guerrillas en Latinoamérica, pero la realidad es justo lo contrario. La estrategia de la izquierda es ir adicionando frentes nuevos en sus luchas sin abandonar los frentes existentes. Lenin trazo el camino hacia la conquista del poder: la revolución; los socialdemócratas eligieron el sindicalismo, el obrerismo, los paros, las huelgas y los boicots como forma de conquista del poder; la izquierda progresista eligió la vía cultural: infiltración del modelo educativo, de las artes y los medios de comunicación para alcanzar el mismo objetivo, este siglo con énfasis especial en el multiculturalismo, ecologismo, conservacionismo, indigenismo, feminismo, gaycismo etc.
En las recientes revueltas protagonizadas en Chile se evidenció en la práctica cada una de estas estrategias; la opinión pública pontificando el igualitarismo y satanizando el modelo de libre mercado; los revolucionarios, mayoritariamente estudiantes incendiando estaciones del subterráneo y destruyendo propiedad privada y estatal, algunos gremios llamando a paro y como guinda del pastel los movimientos indigenistas y feministas en medio de las revueltas.
A principios de este año se presentó en Venezuela un escenario impensable con la juramentación del presidente de la asamblea nacional Juan Guaidó como presidente interino de la república, esto junto al reconocimiento de mas de 50 países de ese gobierno interino, sumado al respaldo de los EEUU y la posibilidad de llevar a cabo una operación militar con el fin de derrocar a la tiranía socialista, cambiaron por completo el panorama de esta larga y agónica lucha. Hoy a casi un año de aquella proclamación el derrocamiento de la tiranía se ve mas lejos que antes, y ha de ser así porque, si ante un escenario tan favorable no se logra el objetivo, lo que sigue es la frustración y el desánimo de la gente. Pienso que en esta lucha es demasiado riesgoso apostar a una solución única, y no solo porque si esta fracasa se derrumban las esperanzas de millones, esperanza necesaria para enfrentar a un enemigo tan poderoso como lo es socialismo, sino que también se abandonan otros frentes que son tan importantes como el derrocamiento del régimen. ¿No creen que es hora de hacer un balance sincero de donde estamos y adonde queremos llegar? ¿Derrocar al tirano significa acaso derrocar el régimen? ¿No será que hemos confundido una cosa con otra o peor aun hemos caído en la trampa de la jerga bobositora que llama régimen solo al autoritarismo encarnado en la tiranía pero no denuncia al sistema (socialismo) que es en ultima instancia el que termina produciendo dicha tiranía? Si hoy se derroca al tirano ¿tendríamos mañana el consentimiento de la opinión pública para privatizar todas las empresas estatales incluida la industria petrolera y los servicios como la salud, la educación y las pensiones? ¿Qué pasaría con los sindicatos y los empleados públicos? ¿Pasaríamos del actual modelo económico a una economía de libre mercado? La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo NO.
¿No son suficiente ejemplo la Nicaragua del siglo XX y la Argentina del siglo XXI de que remover a un tirano no necesariamente significa remover el sistema que sustenta dicha tiranía? Si la tiranía cae hoy en Venezuela y el poder recae en manos de esa clase política encarnada en la MUD, tendríamos al PSUV o algún otro partido del “chavismo originario” en el poder a la vuelta de unos pocos años. No nos engañemos, el socialismo sigue estando en las neuronas de muchos venezolanos y es allí donde debemos derrocarlo primero, y esto solo se logra mediante un intenso trabajo político. Es hora de abandonar el optimismo inescrupuloso que tanto daño nos ha hecho.
A mi parecer estamos en una situación parecida en la que un gurú del emprendimiento nos dice las “claves para la riqueza”: emprender un negocio con una idea original y esperar que el dinero fluya a raudales a tus manos. Estamos de acuerdo que seguro esa es la clave de la riqueza, el problema es que dar con esa idea original no es tan sencillo como se dice. Hay quienes dicen que la salida es una intervención militar y yo estoy de acuerdo con ello, la pregunta es ¿Y quién la llevará a cabo? EEUU -responden- pero tener el poder para hacer algo no significa necesariamente que se tenga la voluntad para hacerlo o que sea estratégicamente favorable para ese país. ¿Se entiende que se tiene que trabajar en base a posibilidades? Otros dicen que ninguna tiranía de esta calaña sale sino por la fuerza de las armas, olvidan u obvian el desplome del socialismo soviético en países como Polonia o la antigua Checoslovaquia. Pero ¿deberíamos nosotros apostar por ese único camino? La respuesta nuevamente es NO. ¿Estaba planteada una década antes de la caída del socialismo en esos países la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov con su perestroika? Seguro que no. Y eso pienso debe servirnos para imaginar que no todos los escenarios están visibles en este momento y que la mejor opción es trabajar intensamente en todos los frentes incluyendo el político, el cual considero es el más abandonado de todos.
Se debe salir del endogenismo purista y comenzar a discutir las reformas con cada uno de los sectores interesados, profesores, maestros, educadores, médicos, enfermeras, pensionados, comerciantes, empresarios, estudiantes, amas de casas, vendedores informales etc. Son ellos los que harán posible que esas ideas se materialicen en la Venezuela por hacer (no por venir), fueron ellos mismo los que llevaron a los socialistas al poder y serán ellos mismo lo que lo saquen del poder, pero eso no ocurrirá hasta que un puñado de hombres y mujeres comprometidos con esa causa vayan a contarles esas buenas nuevas, de otra forma cuando sean llamados a elegir seguirán pidiendo que se libere a Barrabas.

¿Cuál es tu credo?

  “Si pretendemos el triunfo en la gran  contienda ideológica  de esta época, es preciso, sobre todo, que nos percatemos exactamente de cual...